martes, 26 de agosto de 2008

Ciclos

Cuando dos personas han estado unidas hasta el punto de confesarse el uno al otro lo que a nadie más han dicho, cuando la relación ha sido lo suficientemente intima para saber que piensa el otro, sin necesidad de decirlo, hay cosas que deben respetarse. Aún después de que, por circustancias que no vienen a cuento, la relación termine, en mi opinión al menos resulta necesaria alguna explicación por ambas partes. Limitarse al número de la desaparición es además de insuficiente cruel con aquel que no sabe porque ya no está alli la otra persona. Te mantiene en vilo, esperando ver si en algún momento da señales de vida, preocupado porque puede haber pasado... ¿estará bien? no, definitivamente esta no es forma de hacer las cosas.

Corresponde sentarse, hablar de ello, aclarar la situación y si es menester en último lugar la despedida. Todo ciclo que se abre debe también cerrarse llegado su final, si se mantiene abierto... inacabado... no permite abrir otro nuevo y continuar viviendo al margen del cerrado.

Necesito un final, cerrar un ciclo que a todas luces parece ya acabado para continuar adelante y poder dar por fin lo vivido por pasado.