martes, 17 de marzo de 2009

El pequeño gigante‏

Habiase una vez dos personas, la situación era inestable, una ayudó a la otra, le presto su oído para llorar palabras, sus ojos para mirar el mundo más sereno, su calma para recuperar un sentimiento de seguridad perdido, le prestó su apoyo y le hizo sentirse especial... querido, y lo tomó todo, y al alargar la mano sin percatarse dejó algo.

Minúsculo y pequeño lo dejó olvidado sin echarlo en falta, pero lo que se llevó al marcharse, dejo vacío al que lo daba, y en ese vacío ese pedazo diminuto adquirió gran importancia, en su contexto el era el todo, un absoluto, y así considerado por un tiempo se convirtió en un pequeño gigante capaz de mover montañas, beber mares, era la luna y el sol al mismo tiempo, era perfecto, hasta que se encontró un día con aquello que le dejó olvidado....

En solo un instante se dio cuenta de que solo era una pequeña parte ignorada de lo que contemplaba... insignificante, sintió entonces el gran vacío que le rodeaba, las montañas, ahora inamovibles, permanecieron quietas y lo mares ingeridos se convirtieron en océanos de lágrimas. Se sintió despreciado, rechazado por lo que fue su todo, se sintió sólo por no estar donde debía, por no haber sido reclamado al encontrarse con aquello que un día le dio vida, y sólo por no tener consigo lo que en su día el otro se llevó y podría haberle hecho ahora compañía. Y la soledad se convirtió en desgracia, y el pequeño gigante en un despojo, echando siempre de menos esa parte que tiraba como un imán de el sin pretenderlo, sin quererlo, o sin querer saber que lo quería, que es lo que más dolía.

Después de un tiempo de penar, solo sintiendo y recordando la fuerza del imán, el pequeño gigante secó sus lágrimas y, al parpadear se dio cuenta de que, tras la tormenta de su sentido llanto, las montañas y los mares habían germinado, el vacío no era tal y como antes había sido porque el lo había llenado poco a poco, sin sentirlo. Olvidó entonces el imán y centro su atención en las pequeñas cosas descubiertas en su pequeño mundo, y aún que todavía sentía el tirón, de vez en cuando, cada vez era más distante y resultaba más fácil descartarlo.

Y el pequeño gigante cobró de nuevo fuerza, ahora sabía quien era, descubrió su Yo y eso le permitió volverse de nuevo hacia el imán. Todavía podía sentir esa atracción, pero ahora sabía diferenciar entre lo que era él y lo que fue, ya no se sentía parte del imán, y aún echando de menos formar parte y lo que se llevó, ahora valoraba lo que era y lo que había surgido de la separación y del vacío, algo tan maravilloso como pudo ser, pero con el conocimiento de lo que fue y la capacidad de formarse de nuevo, el potencial de ser mejor y el valor necesario para serlo.

Le dio la espalda rechazando esa atracción, sabiendo que siempre existiría, pues el vinculo existente era muy grande, existencial, pero también con la convicción de saber que no era ya suficiente, solo una sombra del vinculo que en su día hizo manar vida de sus ojos y llenar de nuevo su vacío hasta hacerlo inexistente. Ahora ya no era una parte olvidada de otro, se había fundido con quien le había acogido, adquirido su sustancia y formado un nuevo ser, algo distinto, mejor, y con mucho camino por delante que estaba deseando recorrer.


sábado, 6 de septiembre de 2008

Reencuentro

Hoy he reencontrado a una persona que no sabía cuanto echaba en falta. Ha sido estupendo tenerla de nuevo al alcance de un susurro y compartir con ella el tiempo, nuestro tiempo. Ya no recordaba como sonaba su voz, su risa, su sentido del humor... espero que permanezca cerca mucho tiempo.

Sin embargo también me ha recordado a aquellas que se fueron y aún no han vuelto, de las que apenas ya sé nada y de las que quiero saber tanto. En fin... en cualquier caso hoy ha sido un buen día y los pensamientos tristes no van a estropearlo, hoy es un buen día, y solo cabe esperar que continue habiendo otros pronto igual de buenos.

Mejor no decir más, es mejor esperar a que vuelva cada uno para poder comentar cada regreso, no anticipar nada ni forzarlo expresando los deseos de que ocurra.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Nunca jamás

Más de uno recordará estas palabras;


"Cuando el primer niño rió por primera vez, su risa se rompió en mil pedazos que fueron rebotando, y ese fue el principio de las hadas. Y ahora cada vez que nace un bebé, su primera risa se convierte en una hada. Así que debería haber una hada por cada niño y cada niña."

"Cada vez que un niño dice:'Yo no creo en las hadas'; hay una hada en alguna parte que cae muerta"

La falta de ilusión y la desesperanza, la monotonía, la vida gris de la rutina que nos atrapa en el desánimo, eso es lo que mata nuestro hada. Cada ilusión que surge, cada risa y alegría le devuelve la vida, la reanima y da energías para seguir volando a nuestro lado.

Cuidemos de las hadas y no las maltratemos, sumerjámonos en risas y nademos en los colores de las ilusiones y la alegría de vivir que proporcionan. Llevemos nuestro hada con nosotros mientras recorremos el necesario camino de la rutina, coloreándolo, y olvidaremos su monotonía pues nuestro hada camina justo al lado.

viernes, 29 de agosto de 2008

Atrapado en los sueños

He encontrado otro poema con el que me siento identificado de algún modo, esta vez es de Yeats "Los hombres mejoran con los años" se llama, nombre que refleja esa ironía tan propiamente brítanica;

Estoy cansado de sueños;
Un tritón de mármol, gastado por el clima
En los riachuelos;
Y durante todo el día observo
La belleza de esta dama
Como si hubiese hallado en un libro
Una belleza imaginada,
Satisfecho de tener repletos mis ojos
O mis oídos que perciben,
Encantado de no ser más que sabio,
Pues los hombres mejoran con los años;
Pero aún así, aún así,
¿Es ese mi sueño, o la verdad?
Oh, ¡cómo quisiera que nos hubiésemos conocido
Cuando yo tenía mi ardiente juventud!
Pero envejezco entre sueños,
Un tritón de mármol, gastado por el clima
En los riachuelos.


También Yo me siento envejecer entre sueños, también me gustaría ser algo más joven, solo 9 años, y sin embargo ni me siento satisfecho ni mucho menos sabio.

Pero sobre todo estoy cansado, me siento agotado de soñar, las ilusiones rotas pesan y me arrastran hacia el fondo de mi ánimo de forma inexorable, necesito un respiro, descansar de mi mismo, olvidarme entero y reinventarme en otro sitio, donde no tenga tiempo para sueños, donde vivir me ocupe todo el día.

Ahora es lo que me asalta noche y día, el sueño del lugar donde poder encontrar algo de paz. Sigo soñando, el tiempo pasa, y me hace un poco más viejo cada día.


Leyendo a Byron

Ultimamente estoy leyendo a los clasicos ingléses, apenas los conozco asi que en gran medida esta resultando para mi un descubrimiento. Hoy he centrado mi lectura en "Cuando nos separamos" de Lord Byron, lo tenéis aqui;

Cuando nos separamos
en silencio y con lágrimas,
con el corazón medio roto,
para apartarnos por años,
tu mejilla se tornó pálida y fría
y tu beso aún más frío...
Aquella hora predijo
en verdad todo este dolor.

El rocío de la mañana
resbaló frío por mi frente
y fue como un anuncio
de lo que ahora siento.
Tus juramentos se han roto
y tu fama ya es muy frágil;
cuando escucho tu nombre
comparto su vergüenza.

Cuando te nombran delante de mí,
un toque lúgubre llega a mi oído
y un estremecimiento me sacude.
¿Por qué te quise tanto?
Aquellos que te conocen bien
no saben que te conocí:
Por mucho, mucho tiempo
habré de arrepentirme de ti
tan hondamente,
que no puedo expresarlo.

En secreto nos encontramos,
y en silencio me lamento
de que tu corazón pueda olvidar
y tu espíritu engañarme.
Si llegara a encontrarte
tras largos años,
¿cómo habría de saludarte?
¡Con silencio y con lágrimas!


Me ha gustado, a pesar de no compartir totalmente el sentir del autor, pero hasta cierto punto me he sentido en sintonía con lo expresado. Las separaciones silenciosas, con o sin lagrimas de por medio, el distanciamiento y ese frío... lo reconozco, sin embargo no comparto la verguenza ni el arrepentimiento, aunque si la decepción y el estremecimiento (la añoranza) que las dos siguientes estrofas expresan. La última la comparto casi completamente, aunque Yo no hablaría de engaño en ningún caso.

Leer a otros no alivia tanto como escribir uno mismo pero, en ocasiones, es suficiente para hacerte reflexionar, a apartir de lo leido, y revisarse uno mismo.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Mi Calma

Por lo general la gente me considera una persona tranquila, hay quien utiliza la palabra "cuerda", personalmente creo que todo el mundo esta loco en cierta medida, a su manera, tan solo encerramos a aquellos cuya locura se sale excesivamente de la norma.

Como suele decirse (siempre es por algo) las apariencias engañan, soy una persona muy nerviosa, la equivocación suele darse porque a pesar de lo que siento soy capaz de controlar mis nervios. Puede parecer lo mismo, pero no lo es ni mucho menos, la persona tranquila no necesita esforzarse para serlo, mi caso es distinto, a mi me requiere esfuerzo. La gente no sabe como bullo por dentro cuando a ellos les parezco tan impasible y tranquilo, la de vueltas que puedo dar en la cabeza a una situación en poco tiempo ¡que mareo! para terminar decidiendo en un segundo.

En esto dicen que me parezco a mi padre, al parecer ambos somos capaces de discutir hablando, quizá lo aprendí de él a lo largo de los años sin haberme dado cuenta. Hay gente que grita, incluso algunos tiran platos o lo que sea que tengan más a mano, esto último me lo han contado pero confieso que me resulta imposible entenderlo. A mí alguien arrojando cosas me asustaría, no creo que pudiese discutir nada con alguien que tiene un objeto arrojadizo en la mano, antes tendría que calmarlo. Cada uno reacciona de forma diferente. Lo cierto es que Yo apenas discuto con nadie, la gente se exaspera al ver que no me altero y eso aborta la discusión, las más de las veces convirtiéndola en conversación, en otras ocasiones, cuando alguien no es capaz de pasar de la discusión a la conversación, suelta lo que tiene que decir y huye puesto que ven que no entro al trapo.

Tranquilo, calmado y seguro... Inquieto, nervioso y... ¿seguro?, no estoy seguro, lo cierto es que analizar y decidir se me da mejor que llevar la decisión a la práctica. No recuerdo donde lei que hay dos tipos de personas en el mundo, las que siente y actuan y las que sienten y piensan, ambos tipos de personas son incompletas. No estoy exactamente de acuerdo, en mi opinión todos sentimos, pensamos y actuamos, la diferencia esta en la medida en que hacemos cada una de esas cosas. Sin duda todos sentimos, salvo en los casos de personalidades psicopaticas, aproximadamente en la misma medida, lo que nos diferencia está sobre todo en la medida en que cada uno piense y actúe. Yo sin duda soy de los que piensan, a veces demasiado, mala cosa pues hace que me pierda mientras pienso lo que otros están ya haciendo. A veces me gustaría no pensar tanto, pero entonces me encuentro con gente que se lamenta por lo contrario, por no haber pensado se encuentran sufriendo las consecuencias y lamentandose. En el equilibrio se encuentra la perfección, a pesar de lo cual cada uno es como es en su imperfección, y por mucho que uno pueda querer cambiar, llega un momento en que ya es complicado dejar de ser quien uno es. Siempre es posible, pero no es razonable esperar grandes cambios. Solo nos queda aceptarnos a nosotros mismos como somos y mostrarnos así al mundo.

Calmado o controlado, cuerdo o loco seguiré de vez en cuando susurrando.

martes, 26 de agosto de 2008

Ciclos

Cuando dos personas han estado unidas hasta el punto de confesarse el uno al otro lo que a nadie más han dicho, cuando la relación ha sido lo suficientemente intima para saber que piensa el otro, sin necesidad de decirlo, hay cosas que deben respetarse. Aún después de que, por circustancias que no vienen a cuento, la relación termine, en mi opinión al menos resulta necesaria alguna explicación por ambas partes. Limitarse al número de la desaparición es además de insuficiente cruel con aquel que no sabe porque ya no está alli la otra persona. Te mantiene en vilo, esperando ver si en algún momento da señales de vida, preocupado porque puede haber pasado... ¿estará bien? no, definitivamente esta no es forma de hacer las cosas.

Corresponde sentarse, hablar de ello, aclarar la situación y si es menester en último lugar la despedida. Todo ciclo que se abre debe también cerrarse llegado su final, si se mantiene abierto... inacabado... no permite abrir otro nuevo y continuar viviendo al margen del cerrado.

Necesito un final, cerrar un ciclo que a todas luces parece ya acabado para continuar adelante y poder dar por fin lo vivido por pasado.